Estudios han vinculado la inclinación al aburrimiento con a una tendencia a fumar, beber demasiado y consumir drogas.
Eso sin hablar de comportamientos más mundanos pero igualmente poco saludables, como comer para superar el tedio.
"El aburrimiento es lo que está impulsado la industria de los dulces y chucherías", dice Mann, quien trabaja con la Universidad de Central Lancashire, en Reino Unido.
El efecto general del aburrimiento en la expectativa de vida también puede ser drástico. Un conocido estudio en Reino Unido que siguió a funcionarios de mediana edad encontró que quienes tenían más probabilidades de aburrirse tenían un 30% más de posibilidades de morir en los siguientes tres años.
Esto es un enigma para los psicólogos evolutivos. Las emociones deberían evolucionar para nuestro beneficio, no empujarnos a la autodestrucción.
"El hecho de que el aburrimiento sea una experiencia cotidiana sugiere que debería servir para algo", dice Heather Lench, de la Universidad Texas.
El aburrimiento, dice, evita que caigamos siempre en lo mismo y nos impulsa a ponernos nuevas metas o a explorar nuevos territorios o ideas.Después de todo, sentimientos como el miedo pueden ayudarnos a evitar el peligro, mientras que la tristeza puede ayudar a evitar que cometamos errores en el futuro. Con base en la evidencia recopilada hasta ahora, Lench sospecha que el aburrimiento se encuentra detrás de una de nuestras características más importantes: la curiosidad.
En ocasiones, la búsqueda de una vía de escape puede llevarnos a tomar riesgos que eventualmente nos causan daño.
Un equipo de investigadores dejó una vez a un grupo de personas solas en una habitación por 15 minutos con un botón que les permitía administrarse un choque eléctrico en el tobillo. Muchos apretaron el botón, al parecer porque era la única forma de romper el tedio.
Siempre nos quedará la parte positiva, y es que puede incrementar la motivación.